La respuesta es sencilla: Memoro es toda Italia dentro de una botella.  O eso quiso conseguir Mario Piccini en 2011 para celebrar el 150 aniversario de esta bodega familiar nacida en 1882 a manos del gran Angiolo Piccini. A Mario le rondaba una idea única y diferente, y lo con logró un plan que rompió la equidad en el terreno vinícola del país con forma de bota.

Quería rendir homenaje en una fecha tan especial a la unificación de Italia como república, y lo logró con la ayuda de la enóloga Antonella Conti. MEMORO es el equilibrio entre las uvas principales del país, de Norte a Sur y de Este a Oeste.

Está compuesto por cuatro uvas distintas: Merlot del Véneto, desde Puglia Primitivo pasificado, Nero d’ Avola Especiada en Sicilia y Montepulciano de Abruzzo con 12 meses de envejecimiento en barricas de roble francés. Cuatro niveles de maduración de cuatro puntos diferentes y distantes de Italia. Su etiqueta, una rosa de los vientos, bien lo identifica.

Un precio para todos los bolsillos, una bandera del vino italiano y una etiqueta sin añada que garantiza que Memoro sea siempre el mismo. Es imposible que algo que se hace con amor, tradición y en familia esté destinado al fracaso, y por suerte estas son las bases que dieron forma a la creación de Memoro, de los vinos más especiales de la bodega italiana Piccini.

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